Terminé por tierras Valencianas

Fin de mi estancia en Valencia en la pastelería “Hijo de Teodoro Mora” de Ontinyent. Han sido dos meses y medio increíbles. Me ha encantado poder estar allí y haber aprovechado tanto mi verano.

Hijo-de-Teodoro-Mora

Tanto profesionalmente como personalmente la familia Mora me ha hecho sentir como en casa, me han tratado con mucho respeto y cariño, y para mi, que siempre estoy de un lado para otro y lejos de las personas que quiero, esa ha sido una de las cosas más importantes. A la hora de trabajar le doy mucha importancia al respeto, y en muchos sitios, ni si quiera conocen el significado de esa palabra.

Vengo de obradores en los que he tenido que trabajar entre 16 y 18 horas seguidas diarias, sin vacaciones, sin ver un duro,  en los que no te cambian de partida porque no les interesa que aprendas más para marcharte a otro sitio, en los que te esclavizan haciendo 80 kilos de hojaldre o masas de bollería diarios sin dejarte tocar otra cosa, en los que no se interesan lo más mínimo por tu salud y te explotan a más no poder, en los que después de sacar todo el trabajo para adelante, no te dan ni las gracias. Y aún habiendo tenido ese trato en más de un obrador, he cumplido con mi trabajo, me he tragado mi orgullo, mis ganas de llorar y querer marcharme en repetidas ocasiones, y he tenido que cerrar la boca más de una vez para no crear polémica… Y aún después de todo esto, les he dado las gracias cuando terminaba mi estancia. Sintiendome bien conmigo misma por haber hecho mejor que bien mi trabajo a pesar de todas las malas experiencias, porque siempre se aprende de las cosas buenas y de las malas, y cada vez que salia de un obrador así, intentaba buscar algo mejor para mi aprendizaje y futuro profesional. Para mi, esta forma, (quizás un poco masoca, pero muchas veces no hay otra) ha sido mi manera de avanzar en este mundo. Así hasta el día de hoy desde hace 7 años.

Cuando te has recorrido más de un sitio así y encuentras un obrador como el de la familia Mora donde te hacen sentir como en casa, lo aprecias mucho más. Porque te hacen ver, que no estás sola, que les importas como trabajadora y como persona  y para lo que sea, ellos están ahí. Para mi ha sido un verdadero placer estar en su casa trabajando. Y que de esa bonita experiencia, sé que sale una amistad para toda la vida.

He montado este vídeo donde salen haciendo sus especialidades de mazapán y yema. Es increíble ver como lo hacen y aún mejor, ¡poder probarlas! Están riquísimas. A través de su página web podéis hacer encargos y disfrutar de estas riquísimas especialidades artesanas.

Muchas tardes me las pasaba en su biblioteca gastronómica que tienen en una de las pastelerías, y durante estos meses me enamoré de este libro “Léxico cientifico gastronómico” de el Bulli taller y la fundación Alicia. Para mi sorpresa, el día que me iba cuando quedamos para desayunar y despedirnos, la familia Mora me lo regaló, además el suyo que estaba allí en la tienda y con una dedicatoria super bonita.

Teodoro Mora

Muchas Gracias por todo, no me cansaré de repetirlo. Esto no es un adíos, es un ¡Hasta Luego! Nos vemos pronto! 🙂

4 Comments

  1. Una entrada muy bonita Esther. Enhorabuena por tu forma de ser y por compartir estas experiencias.

    Ánimo, porque más personas como tú hacen falta por este mundo.

    Saludos.

  2. Esther,qué bueno lo que has escrito y cómo has descrito tus vivencias. Hay que confiar siempre en las personas, porque tarde o temprano aparecen las buenas.
    Te seguiré a donde te lleven ahora los nuevos rumbos pero hay que ver la de cosas que has aprendido y lo generosa que eres en compartirlas.

    Muacs dulces

  3. Pingback: Serigrafía en chocolate | Chocolatisimo

  4. Pingback: ¿Convertirme en Vídeo-Blogger? | Chocolatisimo

Escribir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.