La gran pregunta. Durante todos estos años me he ido haciendo con material un tanto extraño para hacer creaciones en la pastelería. Para los que trabajamos en esto, es algo normal tener estos materiales en el obrador. Pistolas de pintor, gomas siliconadas, varas de metal, aerógrafo…
Por ejemplo: El otro día fui a la ferretería. Me puse a indagar un poco mirando las estanterías y vi tubos de plásticos flexibles que se usan para regar. En mi mente sólo los imaginaba llenos de chocolate y como los veía resistentes, también llenos de azúcar.
El dependiente al verme tocar todos los tubos, me preguntó: ¿Para que lo vas a usar? Una sonrisa acompañada de una carcajada inundó mi cara por completo.
Lo que nos lleva a la siguiente conversación:
Yo: Verás, si te explico para que es… Es que te va a resultar muy raro. Soy pastelera y busco tubos resistentes para llenarlos de azúcar o chocolate.
Dependiente: (antes de que terminara mi frase ya estaba haciendo gestos de negación con la cabeza) Nonononono, ¡esto no es para eso!
Yo: A ver, ya sé que no es para eso, pero nosotros SI lo usamos para eso.
Dependiente: Pero es imposible llenarlo de chocolate o azúcar, además no es alimentario.
Yo: Si es posible llenarlo, y sé que no es alimentario, pero sólo es para decoración no para comerlo.
La conversación continua hasta que le hago entrar en razón. Me llevé mis tubos a la pastelería y seguramente el dependiente, contaría todo esto como anécdota ese día en su casa. “Una pastelera loca entró en la tienda a por tubos de regar para llenarlos de azúcar!!”
Otro día en una tienda de pintura:
Yo: Buenos días, venía buscando pistolas de pintor, un motor pequeño que sea transporatable. ¿Por cuánto me saldría?
Dependiente: ¿Qué quieres pintar?
Yo: (Recuerdo otras situaciones y… uf!) Emmm… A ver… (De nuevo una sonrisa acompañada de una carcajada inunda mi cara por completo.) Pues yo no lo voy a usar para pintar paredes si no bombones.
Dependiente: (Cara de asombrado) ¿Cómo?
Yo: Sí, lo lleno de colores alimentarios y manteca de cacao y pinto los moldes de bombones o piezas para decoración.
Dependiente: Esto es la primera vez que lo oigo, ¿Estás segura de que puedes hacer eso con la pistola de pintor?
Yo: Pues que yo sepa sí, porque todas las veces que la he usado en mi antiguo trabajo, te aseguro que era real la máquina y no me la estoy inventando (Carcajadas)
Dependiente: (Riéndose) Me enseña todos los motores y pistolas.
En una semana, dos veces.
El otro día hablando con Sonia Carrasco por teléfono, me contó sus anécdotas de “¿Para que lo vas a usar?” Y echamos unas buenas risas! 🙂
¡Comparte tu anécdota!
ja ja. yo ya opto por decir q es xa hacer un trabajo y ya está. porque intentar explicarselo a los dependientes es una odisea, con esa cara de circustancia q se les pone. je je
jajajaaa que divertido. Me gustaria ver la cara del dependiente!
A mi de momento no me ha pasado nada de esto…. los cocineros no pedimos cosas tan extrañas 😛
salut
Martí si algún día te adentras un poco en el mundo de la pastelería, podrás
comprobar por ti mismo las caras de los dependientes, es genial!! 😀
Saludos!
Pues yo no tengo anecdotas de estas porque mi nivel no llega a tanto, pero cuando le hablo a mis amigos de ingredientes algo raros o termómetros y similares mi miran como si estuviera pirada.
Me hubiera encantado ir contigo a la ferreteria, jaja.
Besitos Esther
la última, yo en poligono industrial, en una nave de recambios de coches, preguntando por tubos de plásticos, me preguntó xa q lo iba a usar y le dije q se iba a reir, él me dijo q estaba aburrido y necesitaba reirse, y sorprendentemente no me puso cara rara ni nada, pero a un compañero suyo le dijo q me ayudase q queria hacer un experimento. no era un experimento sólo los qria llenar de chocolate. je je
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