Chocolate de comercio justo. Mi propósito del 2015 más que cumplido

Ya estamos en diciembre, a nada de que muchísima gente vuelva a proponerse, valga la redundancia, los propósitos de año nuevo que cumplir el año que viene. Sinceramente, nunca en mi vida he hecho una lista con cosas que quiero hacer al año siguiente, sino que directamente sabía que quería hacerlas e iba a hacerlas sí o sí. El año pasado algo cambió. Por primera vez en mi vida anoté por todos sitios algo que quería cumplir. En noviembre de 2014 estaba yo viviendo en Dublín y pasando por una de las peores experiencias laborales por las que he pasado jamás, así que muchas veces para desconectar no solo leía mucho, veía muchas series y películas, sino que comencé a investigar algo que me llevaba llamando la atención desde hacía tres años cuando estaba viviendo en Alemania pero que, sinceramente, en lo que nunca había profundizado, como es el tema del chocolate de comercio justo.

No sabéis la de veces que he pensado en escribir este post en el blog durante este 2015, incluso en hacer un vídeo; pero al final nunca encontraba las palabras exactas para llegar a todo el mundo sin que hubiese malentendidos. Como ya queda nada para terminar el año, finalmente me he decidido a escribirlo ¡y que pase lo que tenga que pasar!

Esta promesa o propósito de año nuevo, llamadlo como queráis, se hizo realidad cuando vi dos documentales sobre el cacao que me destrozaron el corazón por dos razones muy grandes. La primera porque era consumidora de todo tipo de marcas de chocolates que hacen las cosas muy mal, y me di cuenta de que en el documental ciertas marcas grandes trafican con el secuestro de niños para la explotación laboral infantil en las plantaciones de cacao, y al verlo con mis propios ojos y saber que he estado colaborando con que eso sucediera, me entristeció muchísimo y, sinceramente, me harté de llorar. La segunda porque también a nivel profesional he trabajado con muchas de esas marcas grandes. Una responsabilidad y culpabilidad gigante cayó sobre mí tras ver los documentales, porque por primera vez en mi vida me di cuenta de que lo que yo más consumía y trabajaba era realizado de esa manera. Los documentales os los dejo al final del post por si queréis echarles un ojo. Esto pasa en muchísimos otros sectores, como en el de la ropa, pero yo solo me voy a centrar en el chocolate.

Lo primero que aclararé es que con este post no pretendo ni lavaros la cabeza, ni hacer que consumáis otros chocolates si no os gustan, ni que vaya a dejar de hacer recetas para vosotros con todo tipo de chocolates y cacaos del mundo. Una cosa es mi decisión personal de no consumir ciertas marcas a nivel personal y otra muy diferente obligaros a vosotros a través de mis recetas. Pretendo informar e inculcar todo esto que he aprendido durante este año, pero en ningún momento quiero que os sintáis con la obligación de usar las mismas marcas que yo, y que si lo hacéis, sea porque queréis contribuir al consumo del chocolate de comercio justo y porque os gusta. Yo me siento muy feliz y orgullosa de haber pasado todo este año sin consumir NINGUNA de las marcas que comentan en los documentales y consumiendo solo chocolates que tienen su sello oficial de comercio justo. Una vez aclarado esto, vayamos por partes y desde el principio.

¿Qué es el chocolate de comercio justo? 

Es un sistema comercial solidario que contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los productores y trabajadores desfavorecidos y así cambiar las injustas reglas del comercio internacional. Tener unas condiciones laborales y salarios que les permitan vivir con dignidad, donde no haya explotación laboral infantil y donde haya respeto al medioambiente.

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Este es el sello oficial que vienen en los envases de chocolate y en cualquier producto de comercio justo. Tiene que estar incluido en la etiqueta, no puede ser una pegatina agregada al paquete, para que tengáis cuidado a la hora de comprar.

Cuando comencé a investigar más a fondo, ya no solo marcas de chocolate sino todo tipo de alimentos e informándome más sobre todo esto, encontré este fantástico folleto donde explica 10 razones por las que consumir cosas de comercio justo.

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comerciojusto.org – El PDF descargable lo tenéis aquí.

Productos ecológicos, orgánicos y bio

Los productos ecológicos, orgánicos y bio se consideran sinónimos y en cada país hay costumbre de usar uno u otro término. Por ejemplo, en España está más extendido el uso de ecológico, en Portugal y Francia se usa más el término biológico (en francés biologique), mientras que en el Reino Unido se utiliza más orgánico (organic en inglés). Los tres términos te garantizan una compra responsable y unos productos que defienden nuestro medio ambiente.

Son productos respetuosos con el medio ambiente obtenidos sin la utilización de productos químicos y donde emplean buenos usos medioambientales. Los productos ecológicos, orgánicos y bio buscan preseverar al máximo los recursos naturales, tienen normas sobre el bienestar animal y vegetal y utilizan recursos renovables intregados en sistemas locales. Son saludables, no contienen pesticidas, no son genéticamente modificados, son sostenibles con el medio ambiente y el bienestar animal. Estos alimentos, al igual que los de comercio justo, tienen que tener el sello que certifica la autenticidad del producto. ¡Ojo con esto y con comprar en los mercados donde lo tienen escrito en un folio y puesto sobre los alimentos!

A continuación os dejo todos los sellos ecológicos oficiales.

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¿Conoces la ranita de Rainforest Alliance?

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Rainforest Alliance es una organización no gubernamental internacional que trabaja para conservar la biodiversidad y asegurar medios de vida sostenibles. El año pasado creó una impactante campaña titulada “Folllow the Frog” (“Sigue a la rana”) que os recomiendo ver.

El sello de Rainforest Alliance es un símbolo reconocido internacionalmente de sostenibilidad ambiental, social y económica que ayuda tanto a las empresas como a los consumidores a hacer su parte para asegurar un mejor futuro para todos. Este sello está sobretodo en productos como el chocolate o el café, y el producto que consigue esta certificación no solo debe cumplir unos requisitos ambientales, también durante la producción del alimento deben cumplirse unos requisitos sociales.

En su página web tienes un buscador para encontrar los productos certificados en todos los países. El año pasado que pude ir a casa por Navidad, me encantó ver como el turrón Suchard ya contaba con la ranita verde en su empaquetado. <3

¿Qué chocolates de comercio justo me aconsejas y cuales me aconsejas dejar de consumir?

Como ya he dicho al principio de este post, no voy a aconsejarte que dejes de consumir ningún chocolate, creo que eso es algo que tiene que salir de ti. Lo que sí puedo decirte es que absolutamente todas las marcas que comentan en los documentales además de las que he leído por internet que hacen los trabajos de ese modo, son las que yo he dejado de consumir a nivel personal. A nivel profesional ando aún buscando buenas marcas en U.K. con las que trabajar. 

Chocolate orgánico delicioso que quizás desconocías. Mi primera recomendación es la marca Green & Black’s la cual conocí cuando me mudé a Cambridge en enero de 2015. He probado TODAS sus variedades y me encantan TODAS. Quizás sea complicado de encontrar en España, pero quedaos con la marca por si la encontráis alguna vez en alguna tienda o viajáis a U.K. ¡Está por todos lados! Su cacao en polvo es puro amor, de verdad.

Chocolate Vivani. Es una marca alemana que conocí cuando me mudé a Hamburgo en 2012. Tenía cerca de casa un Bio-Supermercado (sí, allí es muy común) y me llamó la atención la variedad tan amplia que tenían. He probado muchos de esta marca (dos años en Hamburgo dan para mucho) y si os gusta el chocolate negro, los porcentajes altos de esta marca están increíblemente deliciosos.

Chocolate Cadbury. Quizás una de las marcas más famosas y no solo aquí en U.K. He leído que esta marca tan popular antes pertenecía al “sector del mal” del que os he hablado al principio del post, pero desde el año 2009 fue la primera marca de chocolate convencional en obtener el certificado de comercio justo, así que eso me ha hecho amar un poco más a esta marca. En mi opinión profesional sobre este chocolate, he de decir que es un chocolate muy enfocado para niños. Muchísima variedad pero casi todo en leche, chocolatinas y con toneladas de azúcar. El chocolate con leche está bien, lo que pasa que a mí me empalaga bastante. 

En España tenéis Oxfam Intermon que no solo tiene tiendas físicas si no que además podéis comprar sus chocolates online. Probé bastantes años atrás y la verdad es que os lo recomiendo al 100%. Además ahora con las Navidades ¿has pensado en regalar una cesta navideña solidaria? ¡Anímate a dar el paso y colaborar con todo esto que te cuento! Aquí puedes encontrar más información.

En España y desde hace unos años y gracias a la blogosfera pude cíber-conocer a Isabel, de Chocolates Artesanos Isabel donde trabajan con materias primas de comercio justo y ecológicas como el cacao y el azúcar de caña y otros ingredientes de consumo local. No he probado estos aún y lo tengo pendiente, pero tengo compañeros de profesión y amigos que lo han probado y me han hablado maravillas.

Me gustaría hacer posts individuales de cada marca de chocolate de comercio justo que vaya conociendo y así poneros aquí mi opinión sobre ellos. Si vosotros sois consumidores de chocolates de comercio justo ¿cuáles me recomendaríais probar? 🙂 

Espero que con este post os animéis a, quizás en algunos días de vuestra vida, dar una oportunidad a consumir ya no solo chocolates si no alimentos con su sello de comercio justo y bio. No sólo estaréis colaborando con todo lo que os he contado aquí, sino que además es una buena manera de conocer nuevos sabores, ya que a veces por culpa de las grandes empresas olvidamos el sabor real de muchos ingredientes.

Los documentales de los que os hablaba están online y con subtitulos en español.

El lado oscuro del chocolate 

Comercio justo a cualquier precio

One Comment

  1. este post especialmente ha sido un regalo para mi, soy consumidora de productos de comercio justo desde hace cuatro años o así, cuando por casualidad hicimos un curso de formación en temas de solidaridad y conocimos de primera mano la forma de producir de marcas que nos venden felicidad, sus impactos sociales y medioambientales, y conocimos también productores y productoras de comercio justo, sí, mi vida cambió, y desde entonces hay mínimos que no puedo cruzar, la panela, la cúrcuma, el chocolate, de comercio justo siempre, o prefiero no consumir, y además es que hay una variedad impresionante, incluidas tabletas de chocolate fondant que para postres da un resultado IMPRESIONANTE.

    (no sabía lo de Cadbury).

    gracias por dedicar este tiempo al comercio justo, por ser altavoz de injusticias tremendas, el chocolate amarga cuando conoces lo que hay detrás en muchas marcas. Hay gente que dice que es más caro, pero yo siempre les digo: si comparas calidad y precio, en cualuqier supermercado verás qeu a la misma calidad, el precio es el mismo o superior; y además que estos productos llevan un ingrediente extra, la justicia, y reflexiono, si para mi, para mi país, para mi gente, no quiero malas condiciones de trabajo, insalubres, esclavas, mal pagadas, por qué lo acepto para quienes producen lo que yo consumo?????

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