Como ya sabéis los que me seguís, una de las cosas que más me gustan de la pastelería es poder hacer "casi magia" a la hora de hacer algunas elaboraciones. Con hacer magia pastelera me refiero a ese momento en el que ves un pastel y sólo puedes pensar "¿Pero cómo se hace eso?". Y eso fue lo que me pasó en su momento hasta dar con la receta perfecta del glaseado de cacao brillante.